¿Crees que en los atascos siempre vas por el carril más lento?

Seguramente cuando te has visto en un atasco habrás pensado que has cogido el carril más lento. Puede ser verdad, pero por lo general es un efecto psicológico fruto del estrés, el aburrimiento, el cansancio y la frustración.

Es un efecto lógico. Tras haber venido de una circulación fluida en la que tu marcha se ve reducida, tendrás la percepción de estar deteniéndote, si, además, ves cómo otros coches te adelantan, pensarás que ellos van más rápido. Nada más lejos de la realidad. Si te fijases es probable que descubrieras que el coche que te adelanta es el mismo al que luego adelantas tú.

Los atascos se producen porque todos optamos por la que sería la vía más rápida para nosotros. Esta decisión individual, acaba siendo mala tanto para el propio individuo como para el colectivo. Quizá el Big Data nos ayudará en el futuro a resolver este problema.

Si te ves envuelto en un atasco, lo mejor que puedes hacer es armarte de paciencia, no cambiar de carril constantemente y tratar de llevar una velocidad continua sin francos ni acelerones. Este conjunto de decisiones te ayudarán a no frustrarte tomando decisiones sin sentido que no reportan ningún beneficio y además reducirás el consumo de gasolina y las sobrerrevoluciones del motor.

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