Grúas autopropulsadas y sus medidas de seguridad (II)

Tal y como os adelantamos la semana pasada desde Grúas Bretones, por definición las grúas autopropulsadas «son aparatos de elevación de funcionamiento discontinuo destinados a elevar y distribuir en el espacio cargas suspendidas de un gancho o cualquier otro accesorio de aprehensión dotado de medios de propulsión y conducción propios o que formen parte de un conjunto con dichos medios que posibilitan su desplazamiento por vías públicas o terrenos».

De esta forma, hoy os contamos cuáles son las medidas de seguridad para trabajar con una grúa de estas características:

  1. Siempre ubicar la grúa en superficies en buen estado y horizontales para evitar la inestabilidad y accidentes.
  2. No se debe permitir el paso de personas mientras la grúa esté en movimiento.
  3. Se debe tener la señalización necesaria sobre el uso del cinturón de seguridad y sobre los pesos permitidos de las cargas.
  4. Se debe proteger contra la corrosión todos los elementos metálicos del equipo que se expongan a la intemperie.
  5. Antes de su puesta en servicio se realizará una revisión de todo el equipo.
  6. La pluma deberá tener la mayor inclinación posible hacia el suelo, además la carga debe estar lo más cercana posible a la grúa para evitar oscilaciones.
  7. Al hacer la revisión antes de operar, se deben detectar y rechazar cualquier tipo de cadena en la que su diámetro nominal se haya reducido en más de un 10% por el desgaste o si hay eslabones dañados, gastados o doblados.
  8. Se debe tener control de presión de aire y estado de neumáticos; control de la fijación del contrapeso.
  9. Revisar que los ejes están suspendidos; el conjunto giratorio está puesto en el sentido de la marcha y bloqueado, evitando así giros peligrosos.
  10. La pluma telescópica debe estar completamente retraída y depositada en su soporte.

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